2024-04-27 14:00:43
“Todo empezó cuando, de golpe, empecé a sentirme más cansada de lo normal. Al principio lo atribuí a la vida tan ajetreada que llevaba. Pero con el tiempo, empecé a sentir dolor al andar. Fue entonces cuando llegó el diagnóstico. Tenía cáncer en la sangre”, explica Lola Manterola. En 2008, con 37 años, los médicos le diagnosticaron un mieloma múltiple en estado avanzado y le dijeron que se trataba de un cáncer con un mal pronóstico. Fue por eso que le propusieron entrar en un ensayo clínico con una terapia avanzada. “Aquello me salvó la vida“, explica. Tres años más tarde, ya recuperada, creó la Fundación CRIS contra el cáncer para impulsar la investigación y, sobre todo, “ayudar a la salvar la vida de pacientes que, como yo, no responden a los tratamientos convencionales y necesitan otra oportunidad para seguir viviendo“.
Manterola narra su historia con la valentía de quien sabe qué significa afrontar un cáncer de mal pronóstico y, sobre todo, con el optimismo de quien sabe que la ciencia es un áncora de esperanza para hacer frente a enfermedades hasta ahora incurables. “La sociedad española está cada vez más volcada en apoyar la investigación contra el cáncer”, explica orgullosa. En sus trece años de historia, la Fundación CRIS ha recaudado más de 50 millones de euros para la causa. En parte, gracias al apoyo de empresas y filántropos. Y en parte, gracias a las donaciones de sus más de 80.000 socios que aportan mes a mes su granito de arena.
“Es emocionante ver la cantidad de iniciativas solidarias que se están poniendo en marcha para recaudar fondos”
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“Es emocionante ver la cantidad de iniciativas solidarias que se están poniendo en marcha para recaudar fondos contra el cáncer”, explica Manterola. Cada vez son más las personas que, por ejemplo, organizan recogidas de fondos para su cumpleaños. Bodas en las que se pide cambiar el clásico regalo a los novios por una donación. Taxistas que venden pulseritas para ayudar a los pacientes oncológicos. Personas que corren maratones benéficos. Gente que deja parte de su herencia. Niños que venden meriendas en su colegio para recaudar dinero para la causa. “Hemos visto cosas tan excepcionales como la iniciativa de dos españoles, Jesús de la Torre y Jorge Pena, que cruzaron el Atlántico para sumar millas solidarias y apoyar la investigación contra el cáncer de próstata”, comenta.
Investigaciones pioneras
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Todos los fondos recogidos por esta fundación se destinan a investigaciones científicas. Por un lado, mediante la creación de equipos de trabajo y líneas de investigación específicas y, por otro lado, financiando ensayos clínicos y tratamientos innovadores para pacientes que no responden a las terapias convencionales. En total, según recoge el informe anual de la oenegé, en la última década se han financiado más de 500 estudios clínicos que han beneficiado de forma directa a más de 8.300 pacientes y que, algún día, podrían ayudar al tratamiento de más de 11 millones de personas en todo el mundo.
“Una de nuestras prioridades es invertir en estudios sobre cáncer infantil, una enfermedad rara que afecta a miles de niños en todo el mundo y que, aún así, recibe una proporción muy pequeña de los fondos destinados a investigación oncológica”, destaca Manterola. Según explica, desde la Fundación CRIS se han financiado 81 proyectos pediátricos centrados en distintos tipos de cáncer como, por ejemplo, tumores cerebrales, sarcoma y leucemia. Este año, sin ir más lejos, la última entrega de becas de la entidad ha financiado dos estudios sobre radioinmunoterapia en niños. En un caso, para tratar tumores en tumores cerebrales infantiles y, en el otro, para sarcomas en niños.
En la última década, la entidad ha financiado 500 ensayos clínicos que han beneficiado a 8.300 pacientes sin otra opción de tratamiento
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El programa de becas de esta entidad, que en su última edición ha entregado 11,4 millones de euros para una decena de proyectos científicos, también supone un impulso clave para los investigadores y laboratorios españoles. En la última década, se ha financiado de forma directa el trabajo de 310 investigadores, 85 equipos de trabajo y 153 líneas de investigación y un centenar de tesis doctorales. Gran parte de ellos en instituciones españolas, pero también con centros internacionales de Reino Unido, Francia, Estados Unidos y una decena de países más. En España hay al menos una docena de instituciones que han recibido fondos de esta fundación para investigar contra el cáncer.
“La investigación contra el cáncer es sinónimo de esperanza. Sobre todo para los pacientes que han sido desahuciados, que no responden a los tratamientos convencionales y que necesitan otra oportunidad para seguir viviendo“, comenta Muntarola tras más de una década capitaneando esta entidad. “Necesitamos invertir más dinero en estudios contra el cáncer. Para mejorar los tratamientos existentes, encontrar mejores herramientas de diagnóstico, buscar fármacos innovadores para personas que no responden a las terapias actuales y, en general, hacer todo lo posible para mejorar la calidad de vida de las personas que pasan por esta enfermedad”, explica con convicción.
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“Necesitamos invertir más dinero en estudios contra el cáncer y hacer todo lo posible para mejorar la calidad de vida de las personas que pasan por esta enfermedad”
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La labor de esta entidad ha sido reconocida por perfiles tan prestigiosos como, por ejemplo, el doctor Mariano Barbacid, nombrado como presidente de honor científico de la fundación; la astronauta española Sara García Alonso, que también investiga contra el cáncer en los laboratorios al Centro Nacional de Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO); y la ministra de Sanidad, Mónica García. “El trabajo de la Fundación CRIS es imprescindible. Formáis parte de nuestro sistema porque llegáis donde no llegamos nosotros. La investigación es vida”, afirmó la ministra la semana pasada durante la entrega de las becas de la entidad que lucha, días tras día, por el sueño de un mundo sin cáncer.
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