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El Al Nassr saudí, en el que juega el atacante portugués Cristiano Ronaldo, perdió el liderato liguero ante el Al Ittihad, que le venció por 1-0 en el considerado clásico del fútbol del país y que fue arbitrado por el colegiado español Antonio Mateu Lahoz.
El delantero brasileño Romarinho fue el autor del tanto de la victoria en el minuto 80 al culminar un excelente contraataque de su equipo, que se sitúa ahora en lo más alto de la tabla con 47 puntos. El cuadro dirigido por el luso Nuno Espirito Santo aventaja en uno al Al Nassr después de veinte jornadas.
Más allá del revés que supone esta derrota, después de cuatro victorias consecutivas, el equipo de Cristiano Ronaldo prolonga su mala dinámica ante el máximo rival, ya que no ha sido capaz de ganarle en los últimos diez enfrentamientos, incluido este curso el de la primera vuelta y el que midió a ambos en la Supercopa.
El futbolista portugués, que llegó con un salario imposible de igualar en otra competición de cualquier parte del mundo, está empezando a sufrir la competencia de LaLiga y el trato que se le da desde le grada. Cristiano Ronaldo es un héroe para los suyos, pero también el enemigo número uno para los rivales y las aficiones contrarias tienen muy claro cómo sacarle de quicio.
A Cristiano Ronaldo le sacan de quicio los gritos de “Messi, Messi”
Es relativamente fácil: sólo hay que gritar “Messi, Messi“. Y Cristiano Ronaldo, que llegó para seguir sumando goles, empieza a estar harto.
Eso es lo que se vio con claridad en el último encuentro disputado, en el derbi. El futbolista, de 38 años, ya no tiene la paciencia de antes, cuando aguantaba bien los gritos en contra porque le suponían un reto, le alentaban a meter más goles. Ahora ha demostrado que le molestan. Esperaba más respeto y no sabe cómo hacer para ganárselo.
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